Este caso demuestra cómo una técnica quirúrgica inadecuada puede dejar secuelas y cómo la justicia permite reparar, en parte, el daño causado al paciente.
Nuestro cliente fue sometido a una cirugía de ligamentoplastia en el Hospital del Sureste (Madrid). El postoperatorio no evolucionó de manera normal: presentó inflamación, rigidez y ausencia de mejoría, lo que fue incluso advertido por los rehabilitadores. Sin embargo, desde el servicio de Traumatología se insistía en que todo estaba correcto, a pesar de que las pruebas de imagen y los síntomas indicaban lo contrario.
Ante la falta de evolución clínica, el paciente buscó una segunda opinión en la sanidad privada, en una clínica de prestigio especializada en traumatología. Allí se descubrió que la plastia colocada no estaba bien posicionada, lo que explicaba las secuelas persistentes. Como consecuencia, fue necesario recomendar una nueva cirugía reparadora para corregir el error cometido.
Nuestra letrada Isabel Bonilla presentó una demanda contenciosa contra el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) por la deficiente asistencia recibida. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la razón a nuestro cliente y condenó al SERMAS y a su aseguradora a indemnizar con 30.000 € por los daños sufridos debido a la mala praxis médica.
En Bley Abogados seguimos firmemente comprometidos en que las negligencias médicas no queden impunes, defendiendo los derechos de los pacientes y promoviendo mejoras que eviten que situaciones como esta se repitan en el futuro.

