mujer con su bebe después de haber tenido problemas durante el parto

Problemas durante el parto: complicaciones

¿Qué son las complicaciones durante el parto y por qué ocurren?

El parto es un momento crucial en la vida de una madre y su bebé, pero no siempre se desarrolla sin problemas. Las complicaciones durante el parto son situaciones que pueden surgir de manera inesperada y que ponen en riesgo la salud de ambos.

Estas complicaciones pueden ser el resultado de factores médicos, como el estado de salud de la madre o el bebé, o errores en la atención médica, como una monitorización inadecuada o intervenciones mal realizadas.

Algunas de estas complicaciones son previsibles con controles prenatales adecuados, mientras que otras ocurren de forma repentina y requieren una respuesta inmediata por parte del equipo médico. Desde problemas como el sufrimiento fetal hasta complicaciones como hemorragias posparto, cada situación exige atención profesional y una correcta toma de decisiones.

Comprender qué puede salir mal y por qué es clave para saber cómo actuar, especialmente si la complicación deriva en una negligencia médica que afecte la salud o el bienestar de la madre o del bebé. Este conocimiento no solo empodera a las familias, sino que también ayuda a identificar posibles responsabilidades legales si algo no se maneja como debería.

Complicaciones más comunes durante el parto

El parto es un momento impredecible, y pueden surgir complicaciones que pongan en riesgo la salud de la madre o del bebé. Entre las más habituales se encuentran el sufrimiento fetal, las hemorragias posparto, problemas relacionados con la placenta, el cordón umbilical, la postura del bebé, el uso inadecuado de fórceps y las distocias de hombros.

El sufrimiento fetal ocurre cuando el bebé no recibe suficiente oxígeno durante el parto. Esto puede provocar daños neurológicos graves si no se detecta y trata a tiempo. Una monitorización constante es clave para prevenirlo.

Las hemorragias posparto son una de las complicaciones más graves y pueden deberse a problemas como desprendimiento de placenta, lesiones uterinas o coagulopatías. Actuar de inmediato es esencial para proteger la vida de la madre.

Los problemas con la placenta, como el desprendimiento prematuro o la placenta previa, pueden generar sangrados masivos o impedir que el bebé reciba suficiente oxígeno. Requieren una atención médica urgente y, en muchos casos, una cesárea.

El cordón umbilical también puede causar complicaciones, como la prolapso del cordón, cuando este se desliza antes del bebé, o el nudo del cordón, que puede limitar el flujo de oxígeno al bebé. Estas situaciones son emergencias que requieren intervención inmediata.

La posición del bebé juega un papel crucial en el parto. Si el bebé está en una postura anómala, como en parto de nalgas o posición transversal, puede dificultar el nacimiento y aumentar el riesgo de lesiones para ambos.

El uso inadecuado de fórceps o ventosas puede causar lesiones en el bebé, como hematomas o fracturas, y desgarros graves en la madre. Es fundamental que estos instrumentos se utilicen solo cuando sea estrictamente necesario y por profesionales capacitados.

El parto prematuro, que ocurre antes de la semana 37 de gestación, presenta un mayor riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé debido a la falta de desarrollo completo del feto y las posibles emergencias médicas.

Por último, las distocias de hombros, cuando los hombros del bebé quedan atascados, son emergencias que requieren técnicas precisas para evitar daños permanentes a la madre y al bebé. Aquí, la experiencia del equipo médico es determinante.

Reconocer y actuar ante estas complicaciones es fundamental para proteger la salud de ambos y evitar consecuencias graves.

¿Qué diferencias hay entre un parto normal y una cesárea en cuanto a las complicaciones?

Tanto el parto vaginal como la cesárea tienen riesgos específicos, y las complicaciones pueden variar dependiendo del tipo de procedimiento. Conocer estas diferencias es clave para entender qué puede ocurrir en cada caso.

En un parto vaginal, las complicaciones más comunes incluyen desgarros perineales, que pueden variar en gravedad y causar dolor prolongado si no se manejan adecuadamente. También existe el riesgo de distocia de hombros, cuando los hombros del bebé quedan atascados, y de prolapso del cordón umbilical, que puede comprometer el oxígeno del bebé.

Por otro lado, las cesáreas, aunque son cirugías habituales, conllevan riesgos quirúrgicos como infeccioneshemorragias significativas y complicaciones derivadas de la anestesia. También pueden presentarse problemas en futuros embarazos, como adherencias o un mayor riesgo de ruptura uterina.

Para el bebé, en un parto vaginal, existe el riesgo de sufrimiento fetal por una prolongación excesiva del proceso o complicaciones con el cordón umbilical. En una cesárea, el bebé puede presentar dificultades respiratorias si el parto es antes de tiempo o no se limpia adecuadamente el líquido en los pulmones.

Aunque ambos métodos tienen sus riesgos, en general, el parto vaginal implica una recuperación más rápida para la madre, mientras que la cesárea puede ser la mejor opción en situaciones de emergencia o riesgo elevado. La elección del tipo de parto depende siempre de las condiciones médicas y debe tomarse junto al equipo médico.

Habla con nuestras abogadas sobre posibles negligencias médicas.
¿Quieres saber si tu caso es una negligencia médica?

Consecuencias de los problemas durante el parto para la madre y el bebé

Las complicaciones durante el parto pueden tener consecuencias físicas, emocionales y legales tanto para la madre como para el bebé, dependiendo de la gravedad y el manejo de la situación por parte del equipo médico.

Para la madre, las consecuencias físicas incluyen infeccionesdolor crónico por desgarros mal tratados o episiotomías mal suturadas, y problemas como hemorragias graves que pueden poner en riesgo su vida. Además, el impacto emocional, como el estrés postraumático o la depresión posparto, puede ser significativo.

En el caso del bebé, problemas como el sufrimiento fetal o el uso inadecuado de fórceps pueden derivar en daños neurológicos, como parálisis cerebral, o lesiones físicas, como fracturas o hematomas. Estos efectos pueden requerir tratamientos médicos prolongados.

Ambos, madre e hijo, pueden enfrentar una recuperación difícil que afecta la calidad de vida y, en casos de negligencia médica, es posible buscar reclamaciones legales para cubrir daños y perjuicios. Actuar a tiempo es clave para mitigar estas consecuencias y proteger sus derechos.

Factores de riesgo que pueden generar problemas durante el parto

Existen diversos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que surjan complicaciones durante el parto. Algunos están relacionados con la salud de la madre, mientras que otros dependen de circunstancias del embarazo o del entorno médico.

Entre los factores maternos destacan la edad avanzada o adolescente, la hipertensión, la diabetes gestacional y enfermedades previas como cardiopatías o trastornos autoinmunes. Estas condiciones pueden complicar el proceso del parto.

El embarazo múltiple, el bebé de gran tamaño (macrosomía) o una posición anómala del bebé, como el parto de nalgas, también son factores que dificultan un parto sin complicaciones y requieren atención especializada.

Desde el ámbito médico, una falta de monitorización adecuada, la inexperiencia del equipo médico o decisiones tardías en intervenciones, como cesáreas de emergencia, incrementan el riesgo de resultados negativos para madre y bebé.

Conocer estos factores permite una mejor prevención y planificación del parto, minimizando los riesgos y garantizando una atención médica de calidad.

¿Cómo intentar evitar problemas durante el parto?

Aunque no todos los problemas durante el parto pueden prevenirse, existen medidas que ayudan a reducir riesgos y garantizar una experiencia más segura para la madre y el bebé. La prevención empieza mucho antes del nacimiento.

Realizar controles prenatales regulares es esencial para detectar posibles complicaciones tempranas, como la diabetes gestacional, la hipertensión o problemas de crecimiento del bebé. Estos chequeos permiten ajustar los cuidados según las necesidades específicas de cada embarazo.

Elegir un centro médico especializado y con buena reputación también es crucial. Asegúrate de que cuente con un equipo médico experimentado y recursos suficientes para manejar emergencias, como la necesidad de una cesárea de urgencia.

Prepararte para el parto mediante cursos prenatales puede ayudarte a entender el proceso, identificar señales de alerta y participar activamente en la toma de decisiones. Mantener una comunicación clara con tu médico también reduce la incertidumbre.

Por último, tener un plan de parto flexible que contemple opciones ante posibles complicaciones permitirá que, llegado el momento, las decisiones se tomen de forma rápida y eficaz, siempre priorizando la seguridad de madre y bebé.

¿Has tenido problemas durante el parto?

Si algo salió mal durante tu parto y crees que no te atendieron como debían, es importante que tomes cartas en el asunto. No estás sola, y tienes derecho a buscar justicia por lo que ocurrió.

Habla con un abogado especializado en negligencias médicas. Ellos pueden analizar tu caso y ayudarte a entender si hubo negligencias durante el parto por parte del equipo médico. También te guiarán para reunir todo lo necesario: informes, pruebas y cualquier detalle que te sirva para reclamar.

No esperes demasiado. Los plazos para reclamar son cortos, y cuanto antes actúes, mejor. Además, un abogado no solo te ayudará a buscar respuestas, sino también a conseguir la compensación que mereces por lo que tú o tu bebé pudieron haber sufrido.

Esto no es algo que tengas que enfrentar sola. Pide ayuda, exige explicaciones y asegura que alguien responda por lo que pasó. Tu bienestar y el de tu bebé son lo primero.

Isabel-Bonilla-Abogada
Abogada derecho sanitario en  | 913 609 722 | Web |  + posts

Abogada especialista en derecho sanitario y responsabilidad civil profesional, experta en valoración del daño corporal.

Licenciada en derecho y periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en práctica jurídica por el Centro de Estudios e Investigaciones Jurídicas, título especialista en Valoración del daño corporal por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Incapacidades Laborales Permanentes por el ICAM.

¿Tienes preguntas legales?
Nuestras abogadas especializadas en negligencias médicas te atenderán para darte soluciones.
Scroll al inicio
Te llamamos
Te llamaremos a la mayor brevedad posible dentro de nuestro horario de atención.
Al enviar este formulario, doy mi consentimiento para ser contactado por Bley Abogados al número proporcionado para comentar un posible caso de negligencia médica y la posible contratación de sus servicios.