Negligencias médicas en la Sanidad Privada
Las negligencias médicas en la sanidad privada, al igual que en la pública (a cargo de la seguridad social) se producen cuando un profesional de la salud o una institución no cumplen con los estándares de cuidado esperados y como consecuencia ocasiona daño o perjuicio al paciente.
¿A qué se refiere cuando se habla de negligencia en la sanidad privada?
Cuando se habla de una negligencia en la sanidad privada, se está señalando que ha ocurrido un error, una omisión o un acto que no cumple con los estándares médicos esperados, provocando un daño al paciente.
Esto puede incluir errores en diagnósticos, tratamientos inadecuados, fallos durante cirugías, administración incorrecta de medicamentos o incluso la falta de información clara sobre los riesgos de un procedimiento.
En la sanidad privada, el concepto de negligencia toma un matiz adicional porque existe una relación contractual entre el paciente y el centro médico o el profesional.
Esto significa que no solo se espera un buen desempeño médico, sino también el cumplimiento de lo que se prometió al contratar el servicio.
Por ejemplo, si alguien paga por un procedimiento en un hospital privado y este no se lleva a cabo con las medidas adecuadas, causando un perjuicio, eso podría considerarse negligencia.
La idea central es que el daño no es una consecuencia inevitable del problema médico inicial, sino del fallo evitable en el manejo de la situación. Es decir, algo salió mal porque el profesional o la institución no actuaron como era debido.
¿Cómo influye el hecho de la relación contractual entre el paciente y la clínica?
La relación contractual entre el paciente y el centro médico es un aspecto clave en el ámbito de la sanidad privada, ya que establece las bases legales de los servicios ofrecidos y de las responsabilidades asumidas por ambas partes.
Este vínculo jurídico tiene características específicas que influyen directamente en cómo se manejan las reclamaciones, incluidas las de negligencias médicas. Vamos a profundizar en este tema.
¿Qué implica la relación contractual?
En la sanidad privada, la relación entre el paciente y el centro médico (o el médico individual) está regulada por un contrato de servicios, incluso si no se firma explícitamente un documento formal. Este contrato surge automáticamente cuando un paciente acude a un centro médico privado y paga por recibir un tratamiento, consulta, cirugía o cualquier otro servicio de salud.
El contrato implica que el centro médico o el profesional de la salud asume una obligación de medios, es decir, debe poner a disposición del paciente todos los recursos, conocimientos y habilidades necesarias para proporcionarle una atención adecuada, siguiendo los estándares de la práctica médica. No siempre se garantiza un resultado (como una curación), pero sí se espera que los procedimientos se lleven a cabo correctamente.
Particularidades de la relación contractual en la sanidad privada
- Consentimiento informado: En la sanidad privada, este documento tiene un peso especial, ya que forma parte del contrato. Si el paciente no fue informado correctamente de los riesgos, se considera un incumplimiento contractual.
- Garantía de servicios: El centro médico privado, a diferencia de la sanidad pública, puede ser considerado responsable incluso por aspectos organizativos, como tiempos de espera excesivos o falta de recursos que afecten el resultado del tratamiento.
- Expectativas del paciente: Al pagar directamente por los servicios, los pacientes tienen expectativas más altas de calidad, lo que refuerza la obligación del centro médico de cumplir con estándares de excelencia.
¿Quién asume las indemnizaciones en las negligencias de la seguridad privada?
Las indemnizaciones suelen ser asumidas por el responsable directo del daño, que puede ser el médico, el equipo sanitario involucrado, o el centro médico privado.
Sin embargo, es habitual que estas responsabilidades estén cubiertas por seguros de responsabilidad civil profesional, tanto de los médicos como del propio centro sanitario. Aquí te detallo cómo funciona:
1. Responsabilidad del profesional sanitario
Si la negligencia fue directamente atribuible a un médico, como en casos de error en el diagnóstico, tratamiento o cirugía, el profesional podría ser el responsable de asumir la indemnización.
Para determinar si existió una negligencia, se evalúa si la actuación del médico se ajustó a la lex artis, es decir, a los estándares de actuación que un profesional competente hubiera seguido en circunstancias similares.
Cabe destacar que la mayoría de los médicos que trabajan en la sanidad privada tienen seguros de responsabilidad civil profesional, que cubren estos incidentes y se hacen cargo de las compensaciones económicas.
El seguro evalúa si realmente hubo una negligencia y, de ser así, cubre el importe que corresponda según la póliza.
2. Responsabilidad del centro médico
Si la negligencia fue consecuencia de un fallo sistémico, como mala gestión del equipo médico, errores en los protocolos del hospital o deficiencias en las instalaciones (por ejemplo, equipamiento defectuoso o falta de personal cualificado), la responsabilidad recae sobre el centro médico.
En este caso, la clínica u hospital privado asume la indemnización, generalmente a través de su seguro de responsabilidad civil corporativa.
Esto es especialmente relevante porque, en la sanidad privada, el paciente suele contratar directamente los servicios del centro, por lo que este tiene una responsabilidad contractual con el usuario.
3. Seguro médico privado
Si la negligencia ocurre en el marco de un servicio contratado a través de un seguro médico privado, la aseguradora del paciente no asume directamente la indemnización por la negligencia, ya que su función es prestar el servicio médico.
Sin embargo, si la negligencia es atribuible a un médico o centro que trabaja para la aseguradora, esta última podría actuar como intermediaria y realizar acuerdos con los responsables o sus aseguradoras.
En algunos casos, el seguro médico privado del paciente puede ayudar en los procesos de reclamación si lo incluye en sus términos y condiciones.


Casos de éxito de negligencias ocurridas en la sanidad privada
La sanidad privada, conocida por ofrecer servicios personalizados y de alta calidad, no está exenta de casos de negligencia médica que pueden marcar profundamente la vida de los pacientes y sus familias.
Desde diagnósticos incorrectos hasta errores en tratamientos o complicaciones quirúrgicas evitables, estas situaciones pueden derivar en consecuencias físicas, emocionales y económicas de gran envergadura.
Cuando ocurren estos incidentes, muchos pacientes encuentran un camino hacia la justicia al demostrar el daño causado y atribuir la responsabilidad al profesional médico o al centro privado implicado. Este proceso puede ser complejo, pero es posible obtener resultados positivos si se cuenta con el respaldo adecuado.
La clave para lograr una resolución favorable está en disponer de pruebas contundentes, como informes periciales que respalden el caso, además de contar con el apoyo de especialistas en derecho sanitario.
En muchos casos, las indemnizaciones obtenidas son asumidas por los seguros de responsabilidad civil de los profesionales o las clínicas privadas, lo que garantiza que las víctimas puedan recibir una compensación adecuada.
Los casos exitosos demuestran que, con la ayuda de equipos jurídicos expertos y el esfuerzo de los afectados, es posible lograr que los responsables respondan por las consecuencias de sus actos.
FAQ Negligencias médicas en la Sanidad Privada
Plazos para reclamar
En España, el plazo para reclamar es de un año desde que eres consciente del daño para iniciar una acción civil. Sin embargo, si el daño no es evidente de inmediato, el plazo podría comenzar a contar desde el momento en que se identifica. Conocer estos plazos es vital para no perder tu derecho a reclamar.
Vías de resolución: negociación, mediación y juicios
No siempre es necesario llegar a los tribunales para resolver una negligencia. Muchas clínicas privadas prefieren negociar directamente para evitar la mala publicidad o el coste de un juicio. Además, en algunos países existen servicios de mediación para resolver estas disputas de manera más rápida y menos costosa. Sin embargo, si estas opciones no son satisfactorias, siempre puedes acudir a la vía judicial.