Este caso pone en evidencia las graves consecuencias de un error en el diagnóstico médico que derivó en una intervención quirúrgica innecesaria.
En una revisión rutinaria en un hospital privado de Madrid, se detectó en la mamografía de la paciente una lesión mamaria que fue clasificada como benigna. Para ampliar el estudio, se realizó una resonancia magnética que recomendó la práctica de una biopsia.
El análisis inicial de la muestra indicó la presencia de cáncer de mama. Como resultado, se llevó a cabo una mastectomía para extirpar una de las mamas.
Sin embargo, el estudio anatomopatológico posterior reveló que no existía ninguna patología maligna. Este error se confirmó al analizar nuevamente la primera muestra, desmintiendo el diagnóstico inicial.
Impacto Físico y Emocional
Aunque la paciente y su familia se sintieron aliviados al saber que no padecía cáncer, las consecuencias del error ya habían dejado su huella. Durante meses, vivieron con la angustia de enfrentarse a una enfermedad mortal y con la incertidumbre que esto genera.
Además, la paciente tuvo que someterse a una intervención quirúrgica innecesaria, con las correspondientes repercusiones físicas y psicológicas: la pérdida de un pecho y el trauma emocional asociado.
Resolución y Acuerdo de Indemnización
Tras obtener el historial clínico completo y analizar posibles vías legales, se presentó una demanda civil ante el Juzgado de Primera Instancia.
Antes de celebrarse el juicio, se alcanzó un acuerdo con la aseguradora del médico implicado. El acuerdo reconoció un importe de 24.000 euros en concepto de daño moral, evitando así la espera de una sentencia.
Comentario
Este caso resalta la importancia de una diligencia extrema en los procesos de diagnóstico médico. Un error en la interpretación de una muestra puede tener consecuencias devastadoras para el paciente y su entorno.
