Este caso refleja de forma dramática cómo un retraso diagnóstico de más de diez meses puede costar una vida. Una cadena de negligencias, omisiones y diagnósticos erróneos acabó con el fallecimiento de un hombre de tan solo 37 años, padre de familia, cuya enfermedad habría tenido un pronóstico distinto con una actuación médica adecuada.
El paciente acudió en repetidas ocasiones a su centro de salud por hematuria persistente (sangre en la orina), una señal clave en el 90 % de los casos de cáncer de vejiga. Sin embargo, fue diagnosticado erróneamente con prostatitis y se le pautó un tratamiento farmacológico que no aportó mejoría. Pese a su insistencia y visitas a urgencias, no se le realizaron pruebas diagnósticas esenciales como citología, cistoscopia o TAC urológico.
Tras diez meses de espera, y con un claro empeoramiento clínico, se le realizó una cistoscopia que derivó en ingreso hospitalario e intervención quirúrgica urgente. Pocos días después, se le confirmó el diagnóstico: cáncer de vejiga infiltrante de alto grado con metástasis. Para entonces, el tumor ya era incurable.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha fue contundente:
“…existiendo episodios de hematuria acreditados desde enero de 2017, era obligado realizar las pruebas diagnósticas necesarias. El retraso provocó la evolución del tumor hasta un estado irreversible. Existe una clara infracción de la lex artis y una pérdida de oportunidad real de curación.”
Frente a esta tragedia, nuestra letrada Isabel Bonilla presentó una Reclamación Patrimonial contra el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Tras el silencio administrativo y una sentencia desestimatoria en primera instancia, presentó recurso ante el Tribunal Superior de Justicia, que estimó parcialmente la demanda.
El Tribunal condenó al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y a su aseguradora, SegurCaixa Adeslas, a indemnizar a los familiares del paciente con un total de 385.135,44 €, en concepto de daños y perjuicios derivados de la mala praxis médica.
Comentario
Este caso pone de relieve cómo la falta de actuación rápida ante síntomas claros puede tener consecuencias irreparables. También demuestra la importancia de contar con abogados especializados en derecho sanitario, capaces de luchar por justicia incluso cuando el proceso judicial se alarga más allá de la vida de la víctima. En Bley Abogados, trabajamos con firmeza para que errores como este no queden impunes y se eviten en el futuro.