Los embarazos múltiples, ya sean de gemelos, mellizos o más bebés, se consideran gestaciones de alto riesgo obstétrico que requieren una vigilancia médica especializada y continua.
Más del 60% de estos embarazos terminan en parto prematuro, y las tasas de complicaciones tanto maternas como fetales son significativamente superiores a las de un embarazo único.
Cuando el equipo médico no proporciona la monitorización adecuada, no detecta complicaciones graves como el síndrome de transfusión feto-fetal o retrasa decisiones críticas sobre el momento y tipo de parto, pueden producirse lesiones permanentes en los recién nacidos o incluso la muerte perinatal.
En estos casos, las familias tienen derecho a reclamar una indemnización por negligencia médica. A continuación, analizamos los riesgos específicos de los partos múltiples y cuándo constituyen mala praxis obstétrica.
¿Qué son los embarazos múltiples? Tipos y características
Un embarazo múltiple se produce cuando dos o más embriones se desarrollan simultáneamente en el útero materno. Los más frecuentes son los embarazos gemelares (dos bebés), seguidos de los triples (tres bebés) y los cuádruples.
La incidencia de embarazos múltiples ha aumentado significativamente en las últimas décadas debido principalmente a los tratamientos de reproducción asistida y al incremento de la edad materna.
Diferencia entre gemelos y mellizos
Los gemelos idénticos o monocigóticos se originan cuando un único óvulo fecundado se divide en dos, dando lugar a bebés genéticamente idénticos del mismo sexo.
Los mellizos o gemelos dicigóticos provienen de dos óvulos diferentes fecundados por dos espermatozoides distintos, por lo que son genéticamente tan parecidos como hermanos nacidos en partos separados y pueden ser de distinto sexo.
Clasificación por corionicidad y amnionicidad
Desde el punto de vista médico, la clasificación más importante para determinar el riesgo del embarazo es según el número de placentas (corionicidad) y bolsas amnióticas (amnionicidad).
Los embarazos dicoriales diamnióticos (DCDA) tienen dos placentas y dos bolsas, siendo los de menor riesgo. Los monocoriales diamnióticos (MCDA) comparten placenta pero tienen bolsas separadas, presentando mayor riesgo de complicaciones.
Los embarazos monocoriales monoamnióticos (MCMA), donde los bebés comparten tanto placenta como bolsa amniótica, son los más peligrosos debido al alto riesgo de enredo de cordones umbilicales y síndrome de transfusión feto-fetal.
Determinar la corionicidad mediante ecografía en el primer trimestre es fundamental para establecer el protocolo de seguimiento adecuado y prevenir complicaciones graves. En algunos casos, especialmente en embarazos de alto riesgo o cuando se sospechan anomalías fetales, puede ser necesaria una prueba diagnóstica como la amniocentesis para detectar posibles alteraciones genéticas o cromosómicas.

Riesgos del embarazo múltiple para la madre
Las mujeres con embarazos múltiples enfrentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar preeclampsia, una complicación grave caracterizada por hipertensión arterial y daño orgánico que aparece en el 15-20% de las gestaciones gemelares.
Esta condición puede poner en peligro tanto la vida de la madre como la de los bebés, y requiere monitorización estrecha de la presión arterial y análisis frecuentes para detectar proteínas en orina.
La diabetes gestacional también es más frecuente en embarazos múltiples, ya que la placenta produce mayores cantidades de hormonas que interfieren con la acción de la insulina.
Además, las mujeres embarazadas de gemelos o más bebés sufren con mayor frecuencia anemia severa debido a las mayores demandas nutricionales, y hiperémesis gravídica (náuseas y vómitos extremos) que puede requerir hospitalización e hidratación intravenosa.
El riesgo de hemorragia postparto se multiplica en los embarazos múltiples. El útero sobredistendido por varios bebés y la mayor superficie placentaria aumentan significativamente el sangrado después del parto.
Esta complicación puede ser potencialmente mortal si no se controla adecuadamente, requiriendo en ocasiones transfusiones sanguíneas o incluso intervenciones quirúrgicas urgentes para detener la hemorragia.
Otras complicaciones maternas incluyen la incompetencia cervical (debilitamiento y apertura prematura del cuello uterino), placenta previa (placenta que cubre parcial o totalmente el cuello uterino), y mayor probabilidad de necesitar reposo absoluto durante el embarazo. Las mujeres con embarazos múltiples también presentan tasas más elevadas de depresión posparto y mayor dificultad en la recuperación física tras el parto.
Complicaciones fetales en embarazos múltiples
Los bebés de embarazos múltiples enfrentan riesgos considerablemente superiores a los de gestaciones únicas. Además del parto prematuro, pueden presentar restricción del crecimiento intrauterino (RCIU), donde uno o ambos bebés no crecen adecuadamente dentro del útero. Los embarazos múltiples también tienen mayor incidencia de defectos congénitos, incluyendo anomalías del tubo neural, malformaciones cardíacas y trastornos gastrointestinales.
Parto prematuro: la complicación más frecuente
El parto prematuro (antes de las 37 semanas) ocurre en más del 60% de los embarazos gemelares y en prácticamente la totalidad de los embarazos de trillizos o más bebés. Cuanto mayor es el número de fetos, mayor es el riesgo y más temprano suele producirse el nacimiento. Los bebés prematuros enfrentan graves complicaciones como síndrome de distrés respiratorio, hemorragias intracerebrales, problemas de termorregulación y dificultades de alimentación.
Síndrome de transfusión feto-fetal (TTTS)
El síndrome de transfusión feto-fetal (TTTS) es una complicación grave que afecta al 10-15% de los embarazos monocoriales, donde los gemelos comparten placenta. Se produce cuando existe un desequilibrio en el flujo sanguíneo entre los bebés a través de conexiones vasculares anormales en la placenta. Un gemelo recibe demasiada sangre (gemelo receptor) mientras el otro no recibe suficiente (gemelo donante).
El TTTS puede provocar insuficiencia cardíaca en el gemelo receptor por exceso de volumen sanguíneo, mientras que el gemelo donante sufre anemia y restricción del crecimiento. Si no se detecta y trata a tiempo mediante cirugía láser intrauterina o amniocentesis seriadas, esta condición puede causar la muerte de uno o ambos bebés, o lesiones cerebrales permanentes. La falta de diagnóstico oportuno del TTTS constituye una negligencia médica grave.
Otras complicaciones fetales específicas de embarazos múltiples incluyen el síndrome del gemelo evanescente (desaparición de uno de los embriones en el primer trimestre), prolapso del cordón umbilical, y en los embarazos monocoriales monoamnióticos, el peligroso enredo de cordones umbilicales que puede comprometer súbitamente el flujo sanguíneo a uno o ambos bebés.

Diagnóstico y monitorización en embarazos gemelares
La primera ecografía del embarazo es crucial para determinar si se trata de un embarazo múltiple y establecer la corionicidad y amnionicidad, preferiblemente antes de las 14 semanas de gestación.
Esta información es fundamental para diseñar el plan de seguimiento prenatal, ya que los embarazos monocoriales requieren vigilancia mucho más estrecha que los dicoriales debido al riesgo de TTTS y otras complicaciones específicas.
Los embarazos gemelares monocoriales necesitan ecografías cada 2 semanas a partir de las 16 semanas para detectar precozmente signos de síndrome de transfusión feto-fetal, como diferencias en el tamaño de las bolsas amnióticas o discordancia en el crecimiento fetal.
Los embarazos dicoriales se monitorizan cada 4 semanas. Todas las gestaciones múltiples requieren control más frecuente del crecimiento fetal y del bienestar de ambos bebés.
Las pruebas de no estrés fetal (NST) y el perfil biofísico se realizan con mayor frecuencia en el tercer trimestre para evaluar el bienestar de cada bebé.
La monitorización de la presión arterial materna, análisis de orina para detectar proteínas (signo de preeclampsia) y controles analíticos para descartar anemia o diabetes gestacional deben realizarse en cada visita prenatal. La detección temprana de cualquier anomalía permite intervenir antes de que se produzcan daños irreversibles.
La falta de un protocolo de seguimiento adecuado, no realizar ecografías con la frecuencia establecida según el tipo de embarazo, o no derivar a un especialista en medicina fetal cuando está indicado, constituyen errores que pueden tener consecuencias graves.
Un seguimiento prenatal insuficiente impide detectar complicaciones tratables como el TTTS, la restricción del crecimiento o signos de parto prematuro inminente.
Tipos de parto en embarazos múltiples: vaginal vs cesárea
La decisión sobre la vía de parto en embarazos múltiples depende de múltiples factores: la presentación de los bebés (cefálica, podálica o transversa), el peso estimado de cada uno, la corionicidad, la experiencia del equipo obstétrico y las condiciones clínicas de la madre. En muchos hospitales, la tasa de cesáreas en embarazos gemelares supera el 75%, aunque no siempre está médicamente justificado.
El parto vaginal puede intentarse cuando el primer gemelo está en presentación cefálica (cabeza abajo), ambos bebés tienen un peso estimado adecuado y similar, no existen otras complicaciones obstétricas y se cuenta con un equipo experimentado. Sin embargo, existe el riesgo de que el segundo gemelo sufra complicaciones durante o después del nacimiento del primero, como cambio de posición, prolapso de cordón o desprendimiento prematuro de placenta.
La cesárea programada está indicada cuando el primer gemelo no está en posición cefálica, en embarazos monocoriales monoamnióticos (por el riesgo de enredo de cordones), cuando existe restricción del crecimiento severa, en gestaciones de trillizos o más bebés, o si hay otras complicaciones obstétricas como placenta previa. La cesárea también puede ser necesaria de urgencia si durante un intento de parto vaginal aparecen signos de sufrimiento fetal.
Los tiempos de decisión son críticos en partos múltiples. Una vez que nace el primer bebé, el segundo debe nacer idealmente en los siguientes 30 minutos para minimizar riesgos.
El equipo médico debe estar preparado para realizar una cesárea de emergencia en cualquier momento durante el parto vaginal. La mala planificación del parto, intentar un parto vaginal cuando no está indicado, o retrasar una cesárea necesaria pueden constituir negligencia médica.
Consecuencias Graves de Partos Múltiples Mal Gestionados
Los bebés de embarazos múltiples tienen un riesgo de parálisis cerebral 6 veces superior al de los bebés de embarazos únicos en el caso de gemelos, y entre 18 y 20 veces superior en el caso de trillizos.
Esta grave condición neurológica se debe frecuentemente a la prematuridad extrema, la falta de oxígeno durante el parto o complicaciones no detectadas como el TTTS que provocan lesiones cerebrales irreversibles en uno o ambos bebés.
La encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) es otra consecuencia devastadora que se produce cuando los bebés no reciben suficiente oxígeno durante el parto.
En partos múltiples, esto puede ocurrir por retrasos en la extracción del segundo gemelo, uso inadecuado de oxitocina que provoca contracciones excesivas, o falta de monitorización adecuada de ambos bebés. La EHI puede causar daño cerebral permanente, retrasos del desarrollo, epilepsia y discapacidad intelectual.
Las lesiones del plexo braquial, como la parálisis de Erb o la parálisis de Klumpke, son más frecuentes en partos vaginales de gemelos cuando se realizan maniobras obstétricas bruscas para extraer al segundo bebé o cuando existe desproporción entre el tamaño del bebé y el canal del parto. Estas lesiones afectan a los nervios del brazo y pueden resultar en parálisis parcial o total permanente de la extremidad superior.
La mortalidad neonatal (muerte durante el primer mes de vida) se multiplica por 7 en embarazos gemelares y por 20 en triples comparado con embarazos únicos.
Las principales causas incluyen prematuridad extrema, síndrome de distrés respiratorio, hemorragias intracerebrales, enterocolitis necrotizante y sepsis neonatal. Muchas de estas muertes podrían evitarse con un seguimiento prenatal adecuado, detección temprana de complicaciones y toma de decisiones obstétricas oportunas.

¿Cuándo Constituye Negligencia Médica en Partos Múltiples?
No todo embarazo o parto múltiple que resulta en complicaciones constituye automáticamente negligencia médica. Para que exista mala praxis, debe demostrarse que el equipo sanitario no cumplió con los estándares de cuidado obstétrico establecidos para gestaciones múltiples.
Los embarazos gemelares requieren protocolos de seguimiento más estrictos que las gestaciones únicas, y el incumplimiento de estos protocolos puede configurar responsabilidad profesional.
La negligencia médica se produce cuando existe una desviación del protocolo médico aceptado específico para embarazos múltiples y esta desviación causa un daño evitable.
Dado que estas gestaciones se consideran de alto riesgo, los profesionales tienen la obligación de proporcionar una vigilancia más intensiva, realizar pruebas diagnósticas adicionales y estar preparados para complicaciones que son predecibles en este tipo de embarazos.
Errores médicos más frecuentes en partos múltiples
El monitoreo prenatal inadecuado es uno de los errores más graves en embarazos múltiples. No realizar ecografías con la frecuencia establecida según la corionicidad (cada 2 semanas en monocoriales, cada 4 semanas en dicoriales), no determinar correctamente la corionicidad en el primer trimestre, o no derivar a un especialista en medicina fetal cuando está indicado son fallos que impiden detectar complicaciones tratables como el TTTS o la restricción del crecimiento.
La falta de detección del síndrome de transfusión feto-fetal (TTTS) constituye una negligencia grave, especialmente en embarazos monocoriales donde esta complicación es relativamente frecuente.
Los signos ecográficos del TTTS incluyen diferencias significativas en el tamaño de las bolsas amnióticas y discordancia en el crecimiento fetal. No identificar estos signos o retrasar el tratamiento mediante cirugía láser puede resultar en la muerte o daño cerebral irreversible de uno o ambos bebés.
La mala planificación del parto es otra causa frecuente de negligencia. Intentar un parto vaginal cuando no está indicado (por ejemplo, cuando el primer gemelo no está en posición cefálica o en embarazos monocoriales monoamnióticos), no contar con personal y recursos adecuados para atender un parto gemelar, o no estar preparados para realizar una cesárea de emergencia inmediata son errores que ponen en riesgo la vida de los bebés.
El retraso en la extracción del segundo gemelo durante un parto vaginal constituye negligencia cuando transcurren más de 30 minutos sin justificación médica válida desde el nacimiento del primero.
La demora excesiva aumenta el riesgo de hipoxia, desprendimiento prematuro de placenta y muerte fetal. Asimismo, el uso inadecuado de oxitocina en partos múltiples, sin ajustar la dosis o continuar su administración a pesar de signos de sufrimiento fetal, puede provocar lesiones graves.
Documentación Clave para Reclamar por Negligencia
Las ecografías prenatales completas son fundamentales en casos de negligencia médica en embarazos múltiples. Estos registros muestran la frecuencia del seguimiento ecográfico, permiten verificar si se determinó correctamente la corionicidad y amnionicidad, y evidencian si se detectaron a tiempo complicaciones como el TTTS, la restricción del crecimiento o anomalías en la cantidad de líquido amniótico. La ausencia de ecografías en los intervalos establecidos o la falta de documentación de hallazgos importantes constituyen pruebas de seguimiento inadecuado.
La historia clínica prenatal completa, incluyendo todos los controles obstétricos, analíticas, pruebas de no estrés fetal y registros de tensión arterial, permite reconstruir el seguimiento del embarazo y detectar omisiones.
El plan de parto documentado, las gráficas de monitorización fetal durante el parto de ambos bebés, el partograma y los registros del quirófano en caso de cesárea son esenciales para demostrar si las decisiones obstétricas fueron apropiadas y oportunas.
Un informe pericial obstétrico especializado en embarazos múltiples es imprescindible para fundamentar la reclamación. El perito debe analizar toda la documentación, evaluar si se cumplieron los protocolos específicos para gestaciones gemelares, determinar si existió desviación de los estándares de cuidado y establecer la relación causal entre los errores cometidos y las lesiones sufridas. En casos de TTTS no detectado o mal gestionado, puede ser necesario también un peritaje de medicina fetal especializada.


Cómo Reclamar una Indemnización por Partos Múltiples
El primer paso para reclamar por negligencia médica en partos múltiples es solicitar el historial clínico completo del embarazo y parto, incluyendo todas las ecografías realizadas, controles prenatales, registros del parto y documentación neonatal de ambos bebés.
Tienes derecho legal a obtener esta documentación y el centro sanitario debe entregarla en un plazo máximo de 30 días. Es especialmente importante verificar que se incluyan todos los informes ecográficos que demuestren la frecuencia del seguimiento.
Es fundamental actuar con rapidez debido a los plazos de prescripción. En España, el plazo general para reclamar por negligencia médica es de un año desde que se conoce el alcance del daño y su relación con la asistencia sanitaria. Sin embargo, en casos de menores con lesiones graves como parálisis cerebral, el plazo puede extenderse hasta un año después de alcanzar la mayoría de edad. No obstante, es recomendable iniciar cuanto antes para preservar pruebas y testimonios.
Las indemnizaciones en casos de partos múltiples con lesiones graves pueden alcanzar cifras muy elevadas, frecuentemente superiores a 500.000 euros y en algunos casos documentados han superado los 3,7 millones de euros.
Estas compensaciones cubren el daño moral de los menores afectados, los gastos médicos futuros (terapias, tratamientos, intervenciones), adaptaciones del hogar, cuidados especializados de por vida y la pérdida de capacidad laboral futura de los bebés lesionados.
Contar con un abogado especializado en negligencias médicas obstétricas y partos de alto riesgo es esencial para maximizar las posibilidades de éxito. Un profesional experto en casos de embarazos múltiples evaluará tu caso sin coste, coordinará los peritajes médicos necesarios, te explicará tus opciones legales y gestionará todo el proceso judicial.
Si tus bebés han sufrido lesiones durante un embarazo o parto múltiple, no dudes en contactar con un abogado especializado para conocer tus derechos y obtener la compensación que tu familia merece.
Abogada especialista en derecho sanitario y responsabilidad civil profesional, experta en valoración del daño corporal.
Licenciada en derecho y periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en práctica jurídica por el Centro de Estudios e Investigaciones Jurídicas, título especialista en Valoración del daño corporal por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Incapacidades Laborales Permanentes por el ICAM.







