Traer un hijo al mundo debería ser un momento de felicidad. Sin embargo, a veces, durante el parto, ocurren complicaciones que dejan secuelas para toda la vida. Una de las más graves es la asfixia perinatal.
Cuando esta situación se debe a errores médicos, las familias tienen derecho a saber la verdad y a exigir responsabilidades.
En este artículo te explicamos qué es la asfixia perinatal, cómo puede ocurrir y cuándo puede tratarse de una negligencia médica.
¿Qué es la Asfixia Perinatal?
La asfixia perinatal ocurre cuando un bebé no recibe el oxígeno necesario durante el parto o en los primeros minutos de vida. Esta falta de oxígeno puede tener consecuencias muy graves, ya que el cerebro y otros órganos vitales del recién nacido son especialmente sensibles en ese momento. Cuanto más tiempo dure la falta de oxígeno, mayor es el riesgo de daño.
Los síntomas de la asfixia perinatal suelen ser evidentes poco después del nacimiento. El bebé puede tener problemas para respirar, estar flácido, tener un tono muscular débil o un color de piel azulado. En algunos casos, necesitará reanimación inmediata. Las secuelas pueden variar desde problemas leves hasta discapacidades graves o incluso la muerte.
Aunque no siempre se puede evitar, en muchos casos la asfixia perinatal se produce por errores en la atención médica. Una vigilancia inadecuada durante el parto, una respuesta tardía a las complicaciones o fallos en la reanimación del bebé pueden dar lugar a este problema. Cuando esto ocurre, las familias tienen derecho a exigir explicaciones y, si corresponde, una indemnización.
Causas Comunes de Asfixia Perinatal
La asfixia perinatal tiene varios orígenes. Algunos se gestan durante el embarazo, otros aparecen en pleno parto o en los primeros minutos de vida. Aunque no siempre puede evitarse, gran parte de los casos se relaciona con fallos de vigilancia o con actuaciones médicas inadecuadas que pueden constituir negligencia.
- Monitorización fetal insuficiente y cesárea tardía
Si el ritmo cardíaco del bebé no se controla de forma continua, los signos de sufrimiento pasan desapercibidos. Retrasar decisiones críticas, como una cesárea urgente, deja al recién nacido sin oxígeno durante un tiempo decisivo. - Compresión o prolapso del cordón umbilical
Cuando el cordón queda atrapado o se desliza al canal del parto, el flujo sanguíneo disminuye bruscamente. La respuesta médica debe ser inmediata para restablecer la oxigenación. - Desprendimiento prematuro de la placenta
La separación parcial o total de la placenta antes del nacimiento corta el suministro de oxígeno y nutrientes. Requiere una intervención obstétrica rápida para proteger al feto. - Infecciones maternas o fetales no tratadas
Procesos como la corioamnionitis o la sepsis alteran el intercambio de gases entre madre e hijo. Un diagnóstico tardío o un tratamiento inadecuado incrementan el riesgo de hipoxia. - Uso incorrecto de instrumental obstétrico (fórceps o ventosa)
Maniobras mal ejecutadas pueden lesionar al bebé y dificultar su respiración. El instrumental solo debe emplearse siguiendo protocolos estrictos. - Reanimación neonatal tardía o deficiente
Tras el parto, cualquier demora en ventilar o intubar al recién nacido agrava el daño cerebral. El personal debe seguir de forma rigurosa las guías de reanimación.
Todas estas circunstancias, cuando derivan de errores u omisiones sanitarias, pueden dar lugar a responsabilidades legales y al derecho de la familia a reclamar una indemnización.
Consecuencias de la Asfixia Perinatal para el Bebé
Las consecuencias de la asfixia perinatal dependen de cuánto tiempo haya estado el bebé sin oxígeno y de la rapidez con que se haya actuado. Cuanto más prolongada es la falta de oxígeno, mayor es el riesgo de daño permanente. Por eso, la detección temprana y la actuación médica inmediata son esenciales para evitar secuelas graves.
Uno de los riesgos más serios es el daño cerebral. La encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) es una lesión en el cerebro causada por la falta de oxígeno. Puede provocar discapacidad intelectual, parálisis cerebral, problemas motores, dificultades de aprendizaje y otras alteraciones neurológicas. En algunos casos, el daño es tan severo que el bebé no sobrevive.
Además del cerebro, la falta de oxígeno puede afectar a otros órganos. Puede haber lesiones en el corazón, los pulmones, los riñones o el sistema digestivo. El bebé podría necesitar cuidados intensivos y tratamientos a largo plazo. Para las familias, estas consecuencias no solo suponen un enorme impacto emocional, sino también graves costes económicos y asistenciales.
¿Cuándo Puede Considerarse una Negligencia Médica?
No todos los casos de asfixia perinatal son culpa del equipo médico. Sin embargo, cuando los profesionales no actúan como exige la buena práctica médica, puede existir negligencia. Es importante conocer cuándo un error o una omisión pueden ser la causa directa del daño sufrido por el bebé y dar lugar a una reclamación legal.
Uno de los casos más habituales es la falta de monitorización adecuada. Si no se controla correctamente el bienestar del bebé durante el parto, es posible que no se detecten signos de sufrimiento fetal a tiempo. También es negligente no actuar con rapidez ante complicaciones evidentes, como la necesidad de una cesárea urgente.


Otras situaciones de negligencia incluyen el uso incorrecto de instrumental, la demora en la reanimación del recién nacido o el manejo inadecuado de factores de riesgo conocidos. Si estas acciones —o la falta de ellas— provocan la asfixia perinatal y sus consecuencias, los padres tienen derecho a reclamar por los daños ocasionados.
Cómo podemos ayudarte
En nuestro despacho sabemos que enfrentar las consecuencias de la asfixia perinatal es un proceso duro y doloroso para cualquier familia. Además del sufrimiento emocional, muchas veces se suman los elevados costes de atención médica y terapias. Por eso, nos comprometemos a acompañarle y asesorarle en todo momento, con un trato cercano y humano.
Analizamos cada caso con el máximo rigor. Trabajamos con peritos médicos especializados que nos ayudan a determinar si hubo una actuación negligente. Si encontramos indicios de responsabilidad, luchamos por obtener para usted la indemnización que le corresponde, para garantizar los cuidados que su hijo necesitará a lo largo de su vida.
Nuestro objetivo es que las familias no estén solas ante una situación tan compleja. Le ofreceremos asesoramiento legal personalizado, le guiaremos en cada paso del proceso y defenderemos sus derechos con firmeza. Si su hijo ha sufrido asfixia perinatal por posible negligencia médica, no dude en contactarnos. Estamos aquí para ayudarle.
Abogada especialista en derecho sanitario y responsabilidad civil profesional, experta en valoración del daño corporal.
Licenciada en derecho y periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, máster en práctica jurídica por el Centro de Estudios e Investigaciones Jurídicas, título especialista en Valoración del daño corporal por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Incapacidades Laborales Permanentes por el ICAM.