Fallecimiento por negligencia médica
Hablar de negligencia médica siempre es delicado, especialmente cuando las consecuencias son fatales. Si quieres entender en detalle qué se considera una negligencia médica, te recomendamos leer nuestro artículo anterior: ¿Qué es una negligencia médica?.
Hoy, profundizamos en un tema aún más doloroso: cuando la negligencia termina en la muerte de un paciente.
Podemos ayudarte.
¿Cuándo la negligencia médica puede causar la muerte de un paciente?
No toda complicación médica es negligencia, pero cuando un error evitable termina costando la vida de una persona, estamos ante una situación muy grave. En estos casos, el profesional o centro médico incumple su obligación de garantizar la seguridad y el bienestar del paciente.
Las muertes por negligencia médica pueden darse por múltiples factores. Desde un diagnóstico erróneo o tardío, hasta errores en una cirugía, anestesia mal aplicada o medicación incorrecta. También puede haber falta de seguimiento o incluso ignorar síntomas que alertaban de un riesgo inminente para la vida.
Cuando la atención médica no se presta según los protocolos y estándares mínimos exigibles, las consecuencias pueden ser irreversibles. Y aunque nada repara la pérdida de un ser querido, la ley reconoce el derecho de las familias a exigir responsabilidades y una compensación justa.
¿Cómo se prueba la negligencia médica en un fallecimiento?
Demostrar una negligencia médica que provoca la muerte no es sencillo. La familia debe acreditar que existió una acción u omisión por parte del personal sanitario que constituyó una mala praxis, es decir, un incumplimiento de la lex artis médica, y que esa actuación fue la causa directa del fallecimiento.
La prueba más importante es el informe pericial médico. Un especialista ajeno al caso analiza la historia clínica, revisa cada actuación y determina si hubo errores, omisiones o malas prácticas que derivaron en la pérdida de la vida del paciente.
Además, es fundamental recopilar todo el informe médico e historial clínico, así como los resultados de pruebas, informes de urgencias y cirugías. Cada documento ayuda a reconstruir los hechos y comprobar si el desenlace pudo haberse evitado con una atención correcta y diligente.
En muchos casos, también se requiere acreditar que había alternativas médicas seguras que no se aplicaron o que los riesgos no fueron informados adecuadamente. Esa falta de información o actuación puede marcar la diferencia en la responsabilidad del médico o el centro.
Derechos de la familia ante un fallecimiento por negligencia médica
Cuando una persona fallece por negligencia médica, la familia tiene derecho a exigir responsabilidad legal y reparación económica. La ley reconoce que, además de la pérdida, los familiares sufren un daño moral y, en muchos casos, un perjuicio económico grave.
Los familiares directos pueden reclamar una indemnización por el daño moral causado por la pérdida y por los gastos derivados, como el tratamiento médico previo, el funeral o incluso la pérdida de ingresos si el fallecido era el principal sustento económico.
Además, tienen derecho a exigir que se reconozca la culpa del profesional o del centro médico. Esto no solo busca una compensación, sino también evitar que se repitan los mismos errores con otros pacientes en el futuro.
Es importante actuar dentro de los plazos legales que marca cada legislación. La prescripción puede variar, pero dejar pasar el tiempo puede hacer que el caso no prospere, por lo que es recomendable buscar asesoramiento legal lo antes posible.
Este tipo de reclamaciones permiten que las familias no solo busquen justicia por su ser querido, sino que también contribuyan a mejorar la seguridad en la atención médica y proteger a otros pacientes de sufrir situaciones similares.
¿Qué compensación se puede reclamar en un caso de muerte por negligencia médica?
Cuando se demuestra la negligencia médica, la familia tiene derecho a reclamar una indemnización económica por los daños sufridos. Esta compensación busca reparar tanto el daño moral como las pérdidas económicas derivadas del fallecimiento del ser querido.
La cuantía de la indemnización varía según cada caso, pero existe una tabla de indemnizaciones por fallecimiento que sirve de referencia para calcular los importes
Dentro de la reclamación se incluyen gastos médicos previos, el coste del sepelio y la pérdida de ingresos si la persona fallecida aportaba económicamente al hogar. También se valora el impacto emocional en los familiares más cercanos.


¿Por qué es importante contar con abogados especializados en negligencia médica?
Los casos de fallecimiento por negligencia médica son complejos y requieren de conocimientos específicos. No basta con saber de derecho, es fundamental entender cómo funciona el ámbito sanitario y qué pruebas son necesarias para demostrar la responsabilidad.
En un bufete especializado en negligencias médicas no solo nos encargamos de la parte legal, sino que también tenemos a un perito médico. Este profesional es clave para analizar la historia clínica y elaborar un informe técnico que demuestre la negligencia cometida.
El peritaje médico permite determinar si el fallecimiento se pudo evitar y si la actuación del personal sanitario incumplió los protocolos médicos. Sin ese informe, es prácticamente imposible que la reclamación prospere en vía judicial.
Además, sabemos cómo enfrentarnos a las compañías aseguradoras y a los propios hospitales, que suelen tener recursos legales y económicos para defenderse e intentar evitar reconocer su responsabilidad en estos casos tan delicados.
Elegir a un equipo con experiencia en este tipo de reclamaciones garantiza que la familia no esté sola en un proceso duro y complicado.